¿Qué es una casa pasiva?
Una casa pasiva es aquélla que aprovecha las condiciones del medio ambiente para obtener el confort. Se define como casa “pasiva” porque se acondiciona pasivamente, es decir, simplemente aprovechando su entorno. ¿Y cómo se logra esto?, pues sacando el máximo partido de la orientación, el sol, la vegetación, la lluvia, los vientos dominantes, etc.
Su antagonista, la casa que recurre a sistemas activos para conseguir lo tan deseado en cualquier vivienda, el confort. El estar a gusto en casa sea cual sea el momento del año pasa, por ejemplo, por hacer uso de la calefacción durante el invierno o el aire acondicionado en verano. Estos sistemas se denominan así porque actúan sin depender de su contexto o ambiente, haciendo que la casa sea cómoda de forma autónoma.
Lo ideal es conseguir un acondicionamiento pasivo, pero en la mayoría de los casos el clima no lo permite. Lo habitual, recurrir a los sistemas activos exclusivamente, imponiendo grandes hipotecas energéticas sobre el medio ambiente.
Lo que nosotros hacemos: combinar ambos sistemas, estableciendo una adecuada relación con el medio, pero también empleando sistemas activos, que consumen energía, sí, pero muy poca y cuidando que sea energía renovable. De esta manera, logramos la satisfacción de encontrarnos siempre a gusto en casa, pero sin dañar el medio ambiente.
¿Passivhaus? ¿qué es?
Dentro del contexto de la vivienda pasiva, en el año 1988 nació en Alemania un estándar de edificación con una serie de objetivos por cumplir: el estándar Passivhaus. Se trata de un sistema de certificación que reúne unos requisitos específicos cuyo cumplimiento asegura obtener edificios que requieren de un muy bajo consumo de energía para funcionar.
Se dice de ellos que su consumo es casi nulo. “Casi”, porque siempre se requerirá algo de energía suplementaria, como la electricidad o la ventilación, pero que es tan escasa, que se pueden cubrir con facilidad a partir de energías renovables.
Este estándar no se centra en utilizar sistemas de alta eficiencia energética para reducir dicho consumo, sino en aplicar conceptos de arquitectura bioclimática y optimización de los recursos, empleando técnicas activas y pasivas para conseguir tener una demanda energética muy pequeña, siendo su consumo consecutivamente menor que el de una vivienda convencional.
¿Es verdad que pueden construirse casas sin necesidad de recurrir a los sistemas convencionales?
Estos años atrás se ha edificado dando de lado la experiencia de nuestros antepasados, se ha olvidado el estudio del lugar en el que se edifica, la trayectoria solar, el clima, las energías sutíles que lo rodean…Primando no sólo los intereses de lobbies e industrias, sino también de una cultura que se ha ido adquiriendo durante los años de desarrollo tecnológico, consistente, por ejemplo, en no querer pasar absolutamente nada de calor en verano, manteniendo temperaturas de 19ºC en el interior cuando hay casi 40ºC en la calle.
De esta manera, se han construido edificios que requieren de equipos y sistemas activos para alcanzar el confort en su interior. Se han creado grandes ciudades, gigantes parques edificatorios altamente activos, con unos niveles de eficiencia realmente bajos, contribuyendo, ¡cómo no!, a un alto consumo de energía para satisfacer el confort.
Veamos un ejemplo de lo que consume un aire acondicionado o calefacción eléctrica estándar. Suponiendo que tengamos un aparato que consume 2kw/h y sabiendo que por cada kw/h se emite 0,52Kg/h de CO2 equivalente en su generación, entonces, nos damos cuenta de que…
¡estamos emitiendo 1,04kg de CO2 eq. por cada hora que ponemos a funcionar un radiador eléctrico!
Central Termoeléctrica “Compostilla II” en Cubillos del Sil, León.
Hemos podido minimizar ese consumo estos últimos años, instalando nuevos equipos mucho más eficientes y por lo tanto con un consumo menor. Pero no nos engañemos… ¡el 40% de la energía consumida procede de la edificación existente! Continuamos olvidándonos de en qué lugar vivimos y obviando las señales que el planeta nos envía…
Afortunadamente, en Arquitectura invisible somos conscientes de que debemos cambiar. Ya no sirve lo de antes, ya no vale sólo con cumplir el CTE, ahora debemos construir respetando y pensando en el futuro del planeta, aumentando las exigencias y creando nuevas expectativas para nuestras edificaciones que incluyan la pervivencia de ese bienestar deseado.
“ ¿Passivhaus?…ah, sí, ¡mi vivienda también tiene mucho aislamiento!”
Error número 1 de la concepción Passivhaus: tener una casa Passivhaus no implica tener mucho aislamiento, sólo el necesario para cumplir con el estándar , optimizándolo en función del clima, la orientación de la fachada…etc.
Tampoco es que Vivienda Passivhaus sea un tipo de construcción concreta, ya que admite todos los sistemas y técnicas, formas, estética…
Vivienda passivhaus es la que ha obtenido una certificación denominada Passivhaus, un sello de calidad que asegura el cumplimiento de los requisitos que consiguen gastar sólo la energía realmente necesaria. Estos requisitos son:
- Demanda de calefacción < 15 kWh/(m²a)
- Demanda de refrigeración < 15 kWh/(m²a)
- Demanda en energía primaria < 120 kWh/(m²a) (calefacción, agua caliente y electricidad)
- Estanqueidad < 0.6 renovaciones de aire por hora (valor de estanqueidad 50 Pa)
Las aplicaciones Passivhaus son amplias. Aunque fue ideado para viviendas unifamiliares del norte de europa, actualmente su utilidad es inmensa: hoteles, oficinas, edificios públicos… ¡en casi cualquier parte del planeta!
“ Pero…¿me hago una vivienda pasiva o Passivhaus?”
¡Pues depende! En función del lugar y del clima, puede que no sea necesario alcanzar dicho estándar para lograr un alto nivel de confort con un bajo consumo energético. Aquí entra en juego el equilibrio entre demanda, generación, consumo e inversión.
No obstante, la certificación Passivhaus es un sello de calidad que da veracidad al cumplimiento de demandas de energías muy bajas y a la calidad de la construcción.
En Arquitectura Invisible estudiamos las posibilidades y opciones de cada proyecto, contando con profesionales formados por el Instituto Passivhaus de Alemania y obteniendo la certificación internacional “Passivhaus Tradesperson” y con profesionales que cuentan con altos conocimientos de arquitectura bioclimática y eficiencia energética acreditados por el Máster en Arquitectura Bioclimática y Medio Ambiente en la Universidad Politécnica de Madrid MAYAB.
La construcción Pasiva y Passivhaus, en combinación con nuestros estudios de geobiología y salud, dan testimonio de uno de nuestros pilares y principios fundamentales:
Lo más importante es lo que no se ve.